En el 25º aniversario de su publicación, me gustaría aprovechar para recomendar la novela Son de mar, con la que Manuel Vicent obtuvo su segundo Premio Alfaguara de Novela. En ella nos adentramos en una historia de amor ambientada en la costa mediterránea, con náufragos que regresan tras años desaparecidos y otros elementos que remiten al realismo mágico y a los mitos griegos. ¿Se imaginan bañándose acalorados en una playa o tomando el sol en la arena y que de repente la marea arrastre junto a ustedes un cadáver flotante vestido de esmoquin? Así comienza este libro cargado de pasión y de belleza. Si quieren averiguar cómo continúa, ya saben qué hacer… En la línea acuática y refrescante de la recomendación anterior, también me gustaría proponerles como lectura para lo que resta de verano un libro de cuentos de Clara Obligado, La biblioteca de agua. Tomando como punto de referencia el área que actualmente ocupa el centro de Madrid, la autora argentina construye un viaje temporal y espacial sin orden aparente (en un cuento habitamos el Madrid de Cervantes y Lope de Vega, en otro nos retrotraemos a la prehistoria, etc.) que nos sumerge en la evolución de una ciudad que fue levantada sobre el agua. Y lo hace, además, ofreciéndonos la posibilidad de construir nuestro propio itinerario, ya que, como afirma la contraportada, al final cada lector «dibujará su propio mapa, recorrerá con los personajes de estas
historias una cartografía tan lúcida como imaginaria». ¿A qué esperan para dibujar el suyo?